Friday, December 19, 2008

¡Qué manera, Albita!



RICARDO CAMARENA
La Opinión, 24 de abril de 1998

La cantante cubana Albita le puso sabor a la noche en la primera de sus tres presentaciones en el club Conga Room

A Luis Manuel González (RIP 1998)

Noche tibia en Los Ángeles. Los patrulleros levantan las últimas infracciones del día hábil sobre la Wilshire Boulevard. Pero un segundo piso en el 5364 del boulevard empieza a hervir a ritmo de salsa. Y para las 10 de la noche, la espera empieza a inflamar algunos elegantes tobillos mientras otros se deslizan al son de la rumba.
Por fin, después de que los más entusiastas bailadores agotaron sus mejores pasos bajo la música grabada y la gente de los salones contiguos al principal cenó e hizo sobremesa, el salón principal, lleno a placer, recibe en ovación a esa rubia menuda vestida de negro con sombrero isleño, escoltada democráticamente por ocho excelentes músicos de ambos sexos: tres damas, cinco caballeros.
Sin preámbulos, Albita explica cantando el motivo de plantarse frente a cientos de parroquianos: “Traigo un corazón rumbero”. Nunca las maracas y el cencerro tallan con tanta energía los oídos de la gran mayoría de cubanos que colma el salón, aunque el placer del ritmo es general.
“Estamos estrenando cositas nuevas para Los Ángeles”, dice con un acento al que sólo hay que ponerle güiro para hacer una guaracha. Y canta una pieza “de los años 30, 40” de Su Eminencia Miguel Matamoros, ante la algazara general.
En seguida, Albita se apersona un bella guitarra valenciana y Melón colorao hace hervir las médulas óseas, lo que provoca un contoneo sabrosón entre la concurrencia, incluidos los encargados de seguridad con cara de piedra. La duela del salón cruje sin que a nadie le duela.
Albita se desplaza por el pequeño y justo foro; se detiene en un rostro con mirada de águila y somete al fulano observado; tras el escrutinio bromea con él, con todos, y con sus ocho músicos prende la mecha para explotar todas las posibilidades onomatopéyicas del fraseo global: “I Love Los Angeles, Chúmbara, Cachímbara, tírala por el balcón”, y abajo la multitud, tribal y extásica, repite como puede el pegajoso estribillo lleno de cadencia.
Evoca sus cinco años de haber venido a tierra estadounidense, “el día del income tax”; pone a corear a la concurrencia Que viva Changó, y expone con voz de trueno las razones:
“¿Qué culpa tengo yo, de que mi sangre suba? ¿Qué culpa tengo yo de haber nacido en Cuba?”
Albita parlotea con los de primera fila, da tres versiones en rap de El manicero, del Cochero, y para refrendar la cacofonía se pone el sombrero. Y canta y hace cantar a todos !Qué manera de quererte, qué manera!
Un Chévere trenza las voluntades y otro estribillo coreografiado más, “!a nadar, a nadar, a remar, a remar y a gozar!”, consagra todas las posibilidades del doble sentido y la picardía.
Un final apoteósico de rumba con solos de tumbadora, piano, trombón, Albita y el baterista bailando en el foro y la gente gozando abajo -sí, con albur- acaban por incendiar la medianoche de trópico en el corazón de Mid City, Los Ángeles.

Monday, April 21, 2008

Alejandro Lerner vuelve a empezar
















Ricardo Camarena

(La Opinión, 8 de marzo de 1999)

Quizá la máxima aspiración de un compositor latinoamericano sea que una estrella como Luis Miguel grabe y cante alguno de sus temas y lo convierta en éxito de multitudes; también, participar de una nominación al premio Grammy con ese disco cuyo primer sencillo sea el tema compuesto, además de lograr ser nombrado Compositor del Año por ASCAP. Y entonces, sentarse a disfrutar las regalías, tratando de vivir de ello.

Para el cantautor argentino Alejandro Lerner, de ninguna manera las cosas deben ser así, a pesar de haberlo logrado en 1997. Y en entrevista lo explica.

Habla con orgullo de su formación musical en el rock argentino, que cimentó su carrera como cantautor. “Formé parte de grupos importantes de este género, y trabajé con gente como Gustavo Santaolalla (productor de grupos como Molotov y Peyote Asesino); con Raúl Porcietto; con León Gieco, Nito Mestre. Esto, como un joven que está conociendo un poquito el mundo en el cual se va a encaminar”.

“Hasta que en 1981 determiné iniciar una carrera interpretando mis composiciones, con mi primera banda llamada La Magia. El disco resultó todo un éxito; alcanzó el triple disco de platino en ventas. Luego salió mi disco Todo a pulmón; la canción que le da nombre empezó a viajar por todo el mundo en las interpretaciones de Miguel Ríos en España, de mi compatriota Mercedes Sosa”.

“Este tema”, prosigue, “me coloca como un intérprete compositor que es interpretado por distintos artistas jóvenes, que están comenzando su carrera, que se sienten identificados con toda una propuesta de quien quiere trabajar con todo el amor y todo el corazón que uno tiene”.

“De eso ya pasaron 11 discos en mi carrera”, dice quien empezó grabando para una compañía independiente y ahora lo hace para una empresa transnacional. “Vine a vivir a los Estados Unidos un par de años, a Nueva York; después regresé a la Argentina con un disco independiente llamado Algo por decir. Durante el contrato con mi anterior disquera empecé a viajar por todo el mundo; en México tuve mucho trabajo y pude así acercarme a distintos intérpretes, como mi amigo y gran maestro Armando Manzanero, con quien participé en varios de sus discos”.

“Tocamos conciertos a dos pianos, cantando. Luego tuve la suerte de ser interpretado por Luis Miguel en su disco Nada es igual. El primer tema promocional de ese álbum fue mi composición Dame”.

“Con esta nueva propuesta musical, Volver a empezar, inicio un nuevo contrato con Universal Music Latino. Refleja mis ganas de recomenzar, no desde atrás sino desde las ganas de seguir desarrollando esta vocación. Porque con cada disco uno siente que está empezando algo nuevo, todo el tiempo”.

“Es para mí una nueva propuesta estética y profesional. Es un álbum que en mi país ha pasado ya del doble disco de platino (más de 200 mil unidades vendidas), y que ha convertido a Volver a empezar en un himno para mucha gente que necesita renovar sus esperanzas”.

Y Lerner sale un momento del tema discográfico, para abordar un aspecto que su labor musical ha generado: “Por ejemplo, en la Argentina se han generado grupos de autoayuda para los jóvenes con problemas de adicción a las drogas, y se han formado grupos Volver a empezar en todo el país, que yo apadrino. Eso me acercó mucho a distintas problemáticas sociales, como las inundaciones en todo el litoral argentino. Yo me acerqué con comida, ropa; pude participar de la ayuda directa y práctica”.

“Considero Volver a empezar como una nueva unión con la gente. Y ahora aparece en Estados Unidos”, agrega quien participó en Francia en el castillo de Miles Copeland, manager de Sting, durante un encuentro de compositores de todo el mundo.

“Yo era de los pocos autores de habla hispana; participé de un hecho creativo muy interesante; creo que se va a repetir este año”, dice Lerner, satisfecho. Comenta que en el estudio de grabación de su propiedad, en Argentina, fue realizado el disco del grupo del finado músico Astor Piazzolla, que se hizo acreedor a un premio Grammy en la reciente entrega de estos galardones a la música.

“Creo que estoy nuevamente”, señala, “en uno de los mejores momentos de mi carrera, por varias razones: porque en mi país, después de casi 17 años de carrera sigo siendo un artista que sigue teniendo trabajo, y que genera trabajo para toda una serie de compañeros; que vende discos y que tiene un espacio para opinar y reflejar su propia cultura, la latina, además de haber ganado un respeto internacional”.

“Actualmente estoy involucrado en proyectos muy hermosos: uno con Carole King, para su nuevo disco, otro para trabajar con Christian Castro, para Luis Miguel nuevamente, así como para hacer música para películas y televisión aquí en los Estados Unidos”, dice Lerner. Y agrega que hará una presentación de las canciones de Volver a empezar, así como su repertorio de siempre, en el club House of Blues, el próximo 15 de marzo.

Señala que “en este álbum hay canciones muy significativas, como La belleza, dedicada a la gente mayor, que también acaba de ser grabada por Mercedes Sosa; otra que quiero mucho es justamente Volver a empezar, que ha significado mucho para mi vida personal y profesional, pues me acercó a los sentimientos profundos de la gente, al dolor y la esperanza”.

“La canción a momentos suele ser sólo entretenimiento”, reflexiona, “pero falta el compromiso del artista con la realidad del dolor, de la ausencia de fe. Tengo además un homenaje a uno de los fundadores del rock de mi patria, Luis Alberto ‘Flaco’ Spinetta; a uno de los que quizá generó que yo escogiera esta vocación”.

“En general, lo que busqué en este disco es volver a los instrumentos naturales; menos sintetizadores, más piano, más guitarras”, concluye Lerner.

Monday, April 7, 2008

Emmanuel total



Ricardo Camarena

(La Opinión, 18 de junio de 1997)

Hay un intervalo de un año entre la firma de un nuevo contrato y el término de otro, que relativamente hace a Emmanuel permanecer “apartado” del escenario.

Pero no es así, y lo explica: “De hecho estuve haciendo presentaciones, cantando y preparando el disco, así que ese periodo se amplió a dos años”.

Sobre sus actividades actuales, comenta: “Acabo de llegar el viernes de una gira por todo el estado de California; una gira muy dura, visitando las ciudades y los pueblos más pequeños que te puedas imaginar. Todas las estaciones de radio. Fue una gira exhaustiva, pero yo tenía ganas desde hace tiempo de una gira así”.

“Salgo en estos días a Santo Domingo, pues allí tengo un show pendiente, de ahí volaré a Los Ángeles”.

“A mi carrera le hacía falta un renovar las canciones. Había habido otra clase de éxitos. Había habido canciones rítmicas; o visto de otra manera, no lo relacionaba con la música romántica. Creo que son diferentes factores para que esto ocurra. Uno, que grabar con Manuel Alejandro es sinónimo de grabar un disco romántico, y de éxito”.

“Es cierto y no; pero como ha sido muy fuerte mi transitar por la música con Manuel Alejandro desde el primer disco, Íntimamente, y un segundo, Pobre diablo, creo que puede identificarse el motivo de este retorno. Era preciso que el concepto de este nuevo disco fuera totalmente de amor, de Amor total. El título le viene como anillo al dedo al disco que ahora hicimos, después de un montón de años de platicar, hablar y planear con Manolo”.

“Concretamos entonces tres de sus composiciones: Amor total, Adiós, sirena, adiós y Mi mujer. Y por otro lado, en México las estaciones de música mexicana sacaron recientemente el tema Un día, otro día y otro”, explica Emmanuel.

El cantante habla sobre otra de sus facetas, la de escritor: “Acerca de la reedición de Páginas calladas, mi libro de poesía, es algo que empezaron a mover en Florida. A esa faceta no he podido darle mucha atención, quedó un poco dormida. Esta labor la he descuidado un tanto por el ‘trabajal’ que implica la promoción de Amor total”. La canción es también el tema central de la telenovela La culpa, próxima a transmitirse en Los Ángeles.

Por medio del título de un poemario del chiapaneco Jaime Sabines, Tarumba, se da la identificación de Manuel Alejandro con la palabra: “Tarumba, que significa “me estás desquiciando”, lo motivó a componer la pieza con ese nombre que viene en el disco. Que no tiene que ver con el poema pero fue una referencia de enlace”, explica Emmanuel.

“Ya había yo invitado a Jaime Sabines a participar en mi libro, que se publica casi casi por influencia de él, aunque yo estaba reacio a publicarlo. Es un puñado de cosas muy íntimas que he escrito durante toda mi carrera”, agrega. "Actualmente en México acaban de sacar el tema Veneno y miel, por lo que creo que el álbum tiene otras canciones que la gente de la compañía quiere impulsar”.

Y precisamente, Emmanuel se opone en forma rotunda al estilo discográfico de sacar un éxito acompañado de canciones de relleno. “Yo hablé muy claro con mi compañía respecto de la aparente facilidad que implicaría sacar un álbum así ¿Para qué se gasta en sacar al mercado ese tipo de discos? ¿Para qué gastar no sólo tiempo, sino también dinero y hasta canciones? Si rescata uno esas canciones, parecerían sacadas de un disco ‘viejo’. Mejor grabamos canción por canción. Entonces Marcos Mena, un disquero con mucha experiencia, creo que tenía el mismo concepto que yo y dijo: ‘Bueno, aquí hay varias canciones que hay que sacarlas, ‘exprimirlas’ y lanzarlas”.

Perfectamente consciente de que después de triunfos pasados todo vuelve a ser recomienzo, Emmanuel aclara: “Sí, mis canciones han sido éxito, pero ahora las cosas han cambiado tanto en las radiodifusoras, en las disqueras, que se pierde rápido la ilusión por un disco, en el que quedan rezagadas tres o cuatro canciones buenas”.

Respecto de sus discos anteriores, el vocalista mexicano comenta que "en general, las compañías sacan tu material de catálogo y después lo trabajan por efectos de mercado como recopilación, “Los 10, 15 ó 20 grandes éxitos. Aunque a mí me gustaría tener más juegos de los discos originales, como colección”.

La labor no ha terminado, parece decir Emmanuel al comentar que “quedan pendientes shows, quizá acercarse más a la música ranchera después de haber grabado dos de ellas en Amor total. Porque la música ranchera no es de moda, es de siempre. Para toda la vida”.

Emmanuel se presentará con su repertorio clásico, sus nuevos temas y ahora con mariachi, el sábado 28 de junio en el Teatro Griego, desde las 8:00 de la noche.

Saturday, March 29, 2008

Gato Barbieri: Jazz de corazón



Ricardo Camarena

(La Opinión, 20 de julio de 1999)

Con un repunte que no sólo es musical, sino también vital, Leandro “Gato” Barbieri, saxofonista de jazz de origen argentino radicado en este país, trae a California los temas de su más reciente disco, Che Corazón.

De hablar pausado al teléfono, el artista se ha restablecido de la pesadumbre, hace dos años, de una cirugía de corazón y de la tristeza de su viudez, tras de tres décadas de convivencia familiar y profesional con su esposa y administradora Michelle, a quien dedicó un bello tema con su nombre en su anterior disco, Qué pasa.

“La vida es un juego peligroso, y yo estoy en él”, expresó como consigna.

Antes de esa grabación, que en 1997 alcanzó el cuarto lugar en ventas dentro de los discos de jazz contemporáneo –según la revista Billboard– había pasado una larga década sin que Barbieri grabara un álbum completo.

Ahora, el “Gato” disfruta de una nueva esposa y de su pequeño hijo Christian, y, con todo el ánimo, conversa detalladamente sobre su carrera artística y su pasión: el jazz de vanguardia con elementos latinos.

Che Corazón es un disco de índole familiar y de amistad. Por ejemplo, el tema Sweet Glenda lo dediqué a una sobrina; Cristiano, a mi hijo. Otro de los temas que regrabé, I Want You, y que apareció en el álbum Caliente, es un homenaje a Marvin Gayes, a quien conocí bien. Lo canta Frank McComb”, expresó.

“También dediqué otros temas a buenos amigos: a los cineastas (Pier Paolo) Passolini y Bernardo (Bertolucci, de cuya cinta El último tango en París Barbieri hizo la música, obteniendo el premio Grammy). El contacto con esta gente siempre fue importante”, agregó el saxofonista que se inició en el jazz dentro de la orquesta de su compatriota, el reconocido pianista Lalo Schifrin.

“En el caso de 1812, que ya venía tocando en los conciertos recientes, es un tema basado en la Quinta Sinfonía de Tchaikovski; sinfonía de la que tomé un segmento para hacer una recreación. Hay en el disco temas tristes y felices; distintos momentos musicales como Woman on the Lake, en fin. Y, como siempre, un popurrí de los que acostumbro hacer en cuanto a los diferentes ritmos”, agregó con el acento de su natal Rosario, Argentina, que Barbieri conserva a pesar de las décadas de residencia en Roma y Nueva York.

El también musicalizador de una docena más de filmes reconoció sin embargo que “los primeros discos que hice no toda la gente los conoce; se caracterizaban porque yo iba tocando ‘pedazos’ de Latinoamérica; en fin, eran bajo una compañía chica”.

Respecto del lugar obtenido dentro de la escena mundial del jazz, expresó: “Yo trato de estar siempre en medio; esto, porque los latinos no me consideran suyo pues no hago una música estrictamente latina, y los jazzistas tampoco, porque consideran que lo que yo hago no es jazz, sino una fusión bien clara de elementos”.

“Así que lo que yo toco es ‘Gato Barbieri’; un estilo bien definido, muy personal. Che Corazón es un poco insinuar algo de lo que me pasó, pero no lo quiero hacer evidente”, dijo el saxofonista que hace décadas tomó Europa –tema de otro gran músico latino, Carlos Santana– para remarcar esa identidad continental. De igual manera sucedió con Bolivia, tema dedicado al insurgente Ernesto “Che” Guevara, y con la trilogía de álbumes de Barbieri sobre Latinoamérica.

“Yo siempre saltaba de una montaña a otra”, metaforiza el jazzista que en 1970 ya había grabado El tercer mundo, adonde interpretó tangos, folklore, música brasileña y un popurrí de música latina.

Barbieri hizo desde entonces versiones muy particulares de la música de tango como con El día que me quieras, y en el folklore argentino con El arriero va, que se han reeditado e incluido en nuevos discos.

“Siempre agarré cosas sin pensar en royalties (regalías) ni en dinero. Hay gente que sólo graba las piezas que escribe. Si se miran mis discos, por lo general hay tres o cuatro temas de otros autores. Aunque siempre he pensado que un buen disco no debe llevar demasiados temas. Es como un filme de cuatro horas; quizá bien hecho, pero no es fácil”, comentó.

Por otro lado, indicó que en sus discos long play de juventud, incluía temas de 20 minutos de duración por lado; “después fui cambiando y reduje los tiempos. John Coltrane lo hacía mucho, al igual que Miles Davis. Sobre todo, las grabaciones en vivo. Uno es un poco rebelde a ciertas cosas y a veces prefiere cambiar el ritmo, y esto suele depender del estado de ánimo”.

“He perdido mucho la memoria y me estoy volviendo ciego de mi ojo izquierdo, con la córnea deshidratándose. Pero yo sigo; tengo que hacerme amigo de esta córnea, de mi úlcera, de mi bypass y de tantas muertes”, dijo entremezclando optimismo y pesimismo. “Tengo ahora otra mujer, un hijo, y ¡nada! ¿Qué más puedo pedir? Gracias a Dios y al universo, sigo para adelante”.

Y, hablando de universalidad, es precisamente en el Anfiteatro Universal adonde “Gato” Barbieri expresará hoy, al través de su saxofón y su música, lo que le inspira su Che Corazón.

Thursday, March 20, 2008

Fresca, como Rocío… Dúrcal


Ricardo Camarena

(La Opinión, 1 de abril de 1999)

"Vital" es la palabra exacta para definirla. "Más bonita que ninguna, y para toda la vida", serían los calificativos, sin hipérboles.

Elocuente, Rocío Dúrcal redondea cada frase con una amplia sonrisa, y sus grandes ojos, tan distantes de los que acostumbra entrecerrar al momento de interpretar las melodías de éxito en concierto, ahora expresan un entusiasmo similar al de quien ha logrado grabar su primer disco.

Pero la cantante y actriz española tiene en sus casi 40 años de carrera decenas de álbumes. Sólo que considera que su más reciente grabación, es estrictamente Para toda la vida.

Sin rodeos exclama: “Vengo de México y estoy en viaje de promoción. Empecé en España, adonde el disco ya está a la venta y todo eso. Hacía un año y tres meses que no estaba en México, desde el concierto en el Auditorio Nacional en diciembre de 1997. Y debí haber tenido ya concierto en febrero, pero la verdad es que estaba muy cansada; venía casi arrastrándome de tanto trabajo”.

“Pero aun así”, prosigue, “me fui a Miami a trabajar nuevos temas con el compositor argentino Roberto Livi. Decidimos hacer este disco porque me apetecía un disco de baladas, de las que muchas veces la gente me pide, de las que a mí me gustan cantar; de amor, de desamor, de emociones”.

“Por supuesto que no he dejado de interpretar la música de mis películas, los exitos que la gente siempre me pide. De ninguna manera quiero decir que he abandonado la música ranchera; cosas como Juntos otra vez, con Juan Gabriel. Ahora he grabado en este disco géneros como el bolero Cómo han pasado los años. Lo demás son baladas, e incluso una especie de cumbia y vallenato, Ten cuidado”, comenta.

Acerca del apoyo evidente que ha brindado a su hija Sheila, dice: “Me la he traído en este viaje porque la pequeña, la ‘pequeñaja’, quiere cantar. A los 19, apareció en la televisión española cantando en inglés. Su hermana Carmen, la mayor, está haciendo una serie de televisión que se llama Al salir de clase, le va muy bien como actriz y conductora. Habla muy bien el inglés y hace una serie de cosas más. Mi otro hijo nos acompaña en el trabajo para que las cosas salgan mejor, para que también vaya practicando. Porque con los hijos, una nunca va a saber que es lo que va a pasar hasta que salgan las cosas. Por eso es que la hago que cante conmigo, en los coros, así como también a mi hermana Susana y otro chico”.

“Así, Sheila ha pisado escenario, para soltar su voz; son experiencias que no vienen mal. Entonces, quizá a fin de año o principios del siguiente, buscaremos la manera de lanzarla como solista. Ella canta de academia, muy “negrilla’’, le llamo yo. Usa unas notas hasta allá arribota; tiene la facultad, pues. Estoy consciente de que se tiene que preparar más, para agradar; porque nuestra profesión es muy bonita. Pero le tiene que gustar mucho; ser muy fiel a ella, y no olvidar que es muy trabajosa”, reconoce la orgullosa mamá.

“He procurado mejorar al cantar las rancheras. Rafael Pérez Botija me hizo dos discos preciosos; igualmente he grabado con Marco Antonio Solís. Con Juan Gabriel arreglamos sus cosas con la compañía… ¡aunque eso tardó años y fue una barbaridad!”, exclama al recordarlo.

“Mientras tanto, estuve cantando con Joan Sebastian. Entonces, por fin, acabé de hacer Juntos otra vez, con Juan Gabriel. Antes, hicimos otro disco llamado Hay amores…y amores. Pero me apetecía en solitario hacer Para toda la vida e incluir estas canciones en mi espectáculo. Hay allí un bolero, Cómo ha pasado el tiempo y una rumbita, sin ser rumbita. Yo creo que es uno de los mejores discos que he grabado”.

Aunque descarta retomar alguna actividad cinematográfica, aclara sin embargo que “cada disco que saco debe tener, por contrato, dos videos. Por mil actividades no nos ha sido posible hacer ninguno hasta el momento, pero está estipulado”.

“El concepto de la portada y las fotos en ese vestido, girando, fue idea de mi esposo desde hace 30 años, Antonio Morales “Junior”, que es como si fuera un bugambilia; en Mexico y Miami se hicieron otras fotos promocionales preciosas, pero no ha sido posible sacar todo el trabajo pendiente porque en el disco estoy retrasadilla. Sin embargo, estoy con las ganas plenas de trabajar, pero ya”, agrega sonriente.

“México y Estados Unidos son definitivos para el despegue de mi disco”, señala. “Aquí hay mucha gente de nuestra habla, pero no se entra muy fácilmente, porque lo que privaba tiempo atrás, en general, eran los cantantes masculinos. Ahora ha habido logros importantes en Nueva York, en Chicago, con la gente de nuestro idioma. El resto de Latinoamérica es significativo para mí como mercado. Sin embargo, en Venezuela, Colombia, son países en los que lamentablemente no hay todavía un volumen de ventas como para volverse loco. Pero siguen siendo importantes para mí, indudablemente”, dice con natural elocuencia.

“Voy a regresar a cantar en junio a Los Ángeles, San José y San Diego. Voy a recorrer Venezuela y regreso a México, adonde actuaré en diversos palenques; de allí me regresaré a España. A finales de julio quiero llevar mi Mariachi de América, de Jesús Rodríguez de Híjar y hacer mi espectáculo allá; porque ya son nueve años de no pisar un escenario allá y ya lo piden a gritos. En septiembre regreso a México a proseguir la gira y la cierro hasta fin de año”, reseña Dúrcal.

“El tema Parece mentira es uno de mis temas favoritos”; otro muy bueno, La farsante posiblemente aparezca en septiembre como tema de una telenovela que Televisa tenía planeado grabar en abril; pero se ha retrasado, debido a los constantes cambios en esa empresa. Ellos llamaron al maestro Livi antes de hacer nosotros el disco y fue una casualidad que yo le llamase días despues para preguntarle si dentro de sus mil ocupaciones tendría tiempo para grabar mi disco. Me dijo: “Te iba a llamar antes, porque me llamaron de Televisa para que cantes el tema La farsante para una telenovela. Fue una casualidad, y decidimos entonces incluirla en el disco, que finalmente quedó con 11 canciones”.

“El título de La farsante suena así como muy terrible, pero es muy bonita en realidad”, dice Dúrcal. “Otra es En el Juzgado 23, una especie de tango, con un estribillo un poco mexicano; es como una historia de desamor”, agrega.

“Para el año próximo el maestro Livi desea que grabe, si es posible, un disco de boleros inéditos, que incluya Éste y Cómo han pasado los años. El compondrá los otros ocho. También existe el proyecto de un nuevo disco de temas rancheros. Justamente acabo de firmar hace unos días el contrato por cuatro años con la disquera”, indicó.

“Y el proyecto de grabacion con puros hombres, 10, y yo sola, también marcha: Luis Miguel, Joan Manuel Serrat, Ricky Martin, Alejandro Sanz, Manuel, el vocalista de El Último de la Fila, que ahora graba en solitario; son algunos son chicos que sí me admiran y quieren cantar conmigo. Porque no niego que hay otros que dicen ‘¡No, de ninguna manera!’” bromea.

“En mi espectáculo no me gusta cantar una pieza alegre, una triste, otra alegre. A mí me gusta dar los ambientes para que la gente lo pueda asimilar; porque si no, se convierte en un ‘batiburrillo’. Me gusta empezar con Caracoles, con El nardo; así, muy flamenco y con los temas de mis películas. En una segunda parte entra el mariachi, sin orquesta, y al final entra la orquesta para interpretar Amor eterno, La guirnalda, Costumbres. No hago más de dos horas de espectáculo porque, chico, los tiempos y la voz ya no son los de antes, de juventud. Pero sí en cambio en los palenques hago con gusto un espectáculo de una hora y 20 minutos, porque a la gente también le gusta esto de los gallos y todo la cosa”, aclara.

Prosigue sonriendo la reseña de su estilo en el escenario: “La gente me pide canciones de mis películas, y podrían ponerse en popurrí; pero los popurrís no me gustan cortos. Cantar las canciones que han sido éxitos como para que la gente se entere de que fueron éxitos tampoco me gusta. Por eso canto un trozo amplio de cada tema”.

“Gracias a Dios me siento en perfecta forma, pero si he condiderado bajar un poco el ritmo de trabajo; tal vez me presente menos, descanse la voz. Pero eso si, cuando la voz se me empiece a escuchar como abuelita, es por seguro que me retiro”, dice finalmente.

Tras la entrevista, Morales informa que el 22 de abril, en la ceremonia de los premios Billboard, le será entregado a Dúrcal en Miami, por Livi, un reconocimiento a su trayectoria artística “Por toda una vida” y, por supuesto, por su disco Para toda la vida.

Y Rocío Dúrcal se va entonces del lobby como llegó: partiendo plaza y más bonita que ninguna.

Saturday, March 15, 2008

Raúl Di Blasio: un 'solo' embajador musical con su ´Piano de América´


Ricardo Camarena

(La Opinión, 4 de septiembre de 1997)

Impecable y puntual, el pianista argentino Raúl Di Blasio llega al lobby del hotel con una sonrisa que sólo dejará de tener en algunos momentos de retrospectiva sobre los tiempos “duros” de puertas cerradas y grabaciones infructuosas.

La coleta de cabello que lo caracteriza esta vez descansa, serena. A diferencia de sus presentaciones, en donde el mechón suele agitarse con aires de colibrí. Como sus dedos meñiques, como sus demás dedos virtuosos cuando convierten el sonido del piano en acordes del charango, una guitarrilla andina de diez cuerdas.

Porque Di Blasio es un pianista que interpreta sus melodías con todo el cuerpo. El sudor copioso de su frente durante sus ágiles interpretaciones no es sino el lubricante necesario de una maquinaria que arremolina todos los sonidos y todos los sentidos.

Ahora, polar y con un hablar pausado, en adagio, Di Blasio refiere lo que para él representa su reciente CD lleno de símbolos: Solo.

“Este álbum llega en el momento en que como artista puedo y tengo que reflejar mi vida, mi perfil, tras una lucha muy ardua en esto de la música popular. En ella inicié luchando solo, pero así lo escogí”.

Reflexiona y evoca sobre los tiempos difíciles y la desconfianza ante “un pianista más, y para colmo, con un repertorio de piezas latinoamericanas”:

“El éxito, la popularidad, el reconocimiento, me costó mucho lograrlos. Pero en esta labor de a poco se fue agregando gente, amigos, la compañía discográfica, hasta que logré armar mi propio equipo de trabajo. Hemos logrado muchos objetivos; no te diré que grandes, pero sí importantes”.

“En particular”, prosigue, “creo que Solo tiene la facultad de ser un resumen que condensa mi experiencia, mis seis o siete producciones anteriores y mi labor como compositor y productor”.

Comenta que su labor a nivel de concierto “ha sido un doble trabajo; aun cuando mi música no tiene letra, trato de reflejar a través de ella el sentimiento y las emociones, y debo transitar no sólo por épocas de nostalgia, sino también de alegría. Y todo frente al piano”.

“El público que va a escuchar a un pianista, primero que nada, lleva el conocimiento de la pieza que oirá; en segundo, con el hábito en general de que así funciona ese mundo; aplaude donde tiene que aplaudir. Pero la pregunta es: ¿Siente donde tiene qué sentir?”.

Comenta que “en el caso del mundo donde yo me desenvuelvo, de mi audiencia popular, masiva, la música no requiere de cultura, de educación; requiere de sensibilidad. La gente sabe cuando tú te entregas en el escenario”.

“Yo no hago esta música para educar a la gente ni para educarla; simplemente, en buenos términos, en el buen sentido de la palabra, me ‘aprovecho’ de la sensibilidad de la gente”, argumenta.

“Entonces, si bien en mis conciertos no va con un repertorio ni con un programa en la mano, a manera de manual -obertura tal, tiempo moderatto, tercer movimiento- va a escuchar, a sentir. Si le provoca sensibilidad aplaude, y donde le provoca calma, allí se queda, allí se mece”.

“Pero en general, es una tremenda manera de disfrutar la mía, porque con la música popular, recreándola de la manera en que lo hago, la gente hace suya esta música, se la devuelvo reinventada”.

Di Blasio especifica: “Son sus melodías. Yo no sé cómo las toco, no sé cómo se las devuelvo, pero es una fórmula que a la gente le gusta. Y no quiero averiguarla. Es corazón y allí no se indaga”.

Aun cuando en su labor pianística reside la mayor fuerza de su espectáculo, Di Blasio no deja de considerar las posibilidades de volverlo interactivo:

“Estamos en pláticas con un escenógrafo muy famoso de Los Ángeles porque vamos a combinar nuestra música con ciertas imágenes; sí quiero agregar una cantante, a algunos músicos invitados a manera de acompañamiento, además de un ‘aderezo’ a nivel de show, ya sea con pantallas gigantes. Crear más imágenes, aparte de las que mi música sugiere”.

Di Blasio argumenta optimista que sólo hasta ahora, debido a la amplitud de criterio de su compañía discográfica “me he quedado con muy pocas cosas en el tintero como para decir ‘qué ganas de grabar esto’. Pero en lo que estoy enfrascado ahora es en un álbum regional, basado fundamentalmente en México”.

Abunda en su proyecto: “Quiero hacer un álbum doble, recrear un Piano de América 3; es decir, tomar 10 temas regionales de México y de otros países, e invitar a un cantante de cada país y hacer un tema. Algo así como ‘Di Blasio y sus amigos le cantan a América’” .

Para finalizar, comenta que “puedo asegurar que Solo es el álbum más adecuado de mi carrera para abrir mercados; porque los álbumes anteriores, incluyendo Piano de América 2 que tenía tanta fuerza, les fue difícil. Este es el álbum idóneo”.

Sin premeditación alguna, un piano aguardaba hasta entonces en reposo, convidado de cuerda. Ahora, en manos de Di Blasio, refrenda la comunicación.

Y de pronto el lobby se refresca e inunda con las notas reminiscentes de una pieza de Michel Poulnareff. El arte pianístico de Di Blasio despide y envuelve a reportero y fotógrafo, además de iluminar aun más esa tarde calurosa.

Huéspedes amodorrados se animan a levantar la vista del periódico, del suelo, pero antes, con los oídos se habían invitado al banquete de música.

Por otro lado, Di Blasio brindó un adelanto magistral de su obra reciente en una audición privada en Billboard Live de West Hollywood el miércoles antepasado. Regresará a Los Ángeles el 4 de octubre, compartiendo el escenario con Rocío Dúrcal.

Thursday, March 6, 2008

Herb Alpert: del ‘Fandango’ a la ‘Danza de Pasión’



Ricardo Camarena

(La Opinión, 22 de abril de 1997)

La neblina del Pacífico amenaza devorar, como yo lo hizo con edificios contiguos de mayor altura, la sede de la fundación Herb Alpert, en Santa Mónica, el lunes a mediodía.

La entrevista con el afamado trompetista en su estudio de grabación es el motivo para visitar estas instalaciones de mobiliario y paredes en varios tonos de verde. Cuadros de arte abstracto, creación del propio Alpert, consolas de grabación y decenas de aditamentos colman el lugar donde se han producido las combinaciones rítmicas de los discos del propio Alpert y otros artistas de la música.

Oscar Cartaya, coproductor con Alpert de Passion Dance, el más reciente CD del trompetista fundador de Tijuana Brass, llega primero, con una sonrisa y con la parte final de su desayuno en la mano.

El director musical de este álbum, nacido en Nueva York y radicado en Bayamon, Puerto Rico, ha trabajado en el estudio de grabación y en el templete al lado de artistas del género caliente como Celia Cruz, Rubén Blades, Eddie Palmieri, Alex Acuña, Tania Maria, los flautistas Herbie Mann y Dave Valentin, y acompañó en gira al grupo Spyro Gira.

Alpert, con 62 años de edad, se ha dedicado desde 1962, en que fundó A&M Records con Jerry Moss, a la producción discográfica propia y de otros artistas: “Por nuestro sello transitaron, entre otros artistas, Carole King, Tijuana Brass Band, The Police, The Carpenters, Supertramp y Janet Jackson”, informa.

Sobre su “olfato” musical para aceptar producir a los entonces incipientes Carpenters, Alpert dijo: “en el momento en que escuché el cassette demo que enviaron para considerarlos, se me erizó el cabello. Allí había talento”.

En 1966, Alpert produjo el álbum pop Herb Alpert presents

Sergio Mendes & Brasil 66, que lanzó a la fama mundial a esta agrupación, a través de cuatro álbumes de un estilo muy personal, en el que confluyeron la samba, el bossa nova y elementos de jazz.

De esta agrupación surgiría la vocalista Lani Hall, que posteriormente contrajo matrimonio con el trompetista. “Mi esposa es recordada por su éxito a dúo con José José, Te quiero así. Ella graba actualmente un álbum, bajo mi dirección musical; contiene canciones en portugués, con canciones brasileñas. Aún no hemos decidido el nombre de la producción”, indicó.

Un paréntesis: durante su carrera musical, Alpert ha ganado, con 35 discos en su haber, 13 discos de platino, la nominación a seis premios Grammy, de las cuales ganó uno en 1980 con Rise, y ha colocado 40 hits. Alpert también ha sido productor del álbum ¡Caliente! del saxofonista argentino Gato Barbieri.

En 1990, Alpert y Moss vendieron A&M a Polygram, en los momentos en que A&M era la compañía discográfica independiente más grande del mundo.

En 1995, Alpert y Moss fundaron el sello discográfico Almo Sounds, bajo el cual realizan la labor final para la aparición de Passion Dance, que saldrá al público el 6 de mayo. Previamente, Alpert recibirá en Miami, el 30 de abril, el premio “Toda Una Vida” dentro de la cuarta entrega de los Latin Music Awards, otorgado por la revista Billboard.

Alpert declaró que “la similitud entre la labor con Tijuana Brass Band y lo que siguió a ella es el concepto de un estilo en el que estaba muy atado emocionalmente. Es el caso de la música latina, que es un poco la historia de mi vida. Hay una afinidad personal con este tipo de música”.

Preguntado si el término “jazz latino” podría definir el género de música que ejecuta, Alpert respondió “no sabría decir si ése el género de música, pero lo que sí hay en ella es una espiritualidad, una fuerza interior que condensa el estilo de mis trabajos anteriores”.

Cortaya terció para afirmar que “es una conciencia de música latina, en la cual nosotros quisimos insertar en algún género. Una devoción a distintos estilos de la música latina, porque hay géneros como la salsa, el danzón, bombas, seis por ocho cubano. En verdad fue como una excursión por Latinoamérica, buscando esa afinidad de los ritmos que mencioné”.

Alpert agregó que “también la rumba flamenca está presente:

En las grabaciones, de una base rítmica la presencia de coros y vocalistas es casi simbólica. Alpert refiere al respecto que “es la trompeta la que canta la melodía, como instrumento solista”.

Alpert descartó algún proyecto malogrado o expectativas que no haya podido cumplir en su carrera: “Algo que sí lamento es la falta de tiempo para concretar otros proyectos más dentro de la música que quisiera hacer, como es el caso de trabajar mis composiciones en forma sinfónica, para orquesta. Sin embargo, estoy satisfecho con lo logrado”.

Finalmente, un “Muchas gracias” de Herp Alpert en español indicó al reportero que era hora de labor en el estudio.

Afuera, la neblina devoradora era historia.

Saturday, February 23, 2008

Ana Torroja, girando


Ricardo Camarena

(La Opinión, 18 de octubre de 2000)

Entrevistada recientemente desde un hotel de la Ciudad de México, con Miguel Bosé en intermitencia de declaraciones –y con algo de problemas en la línea telefónica– la cantante española Ana Torroja suena en el auricular con una firmeza similar a la de sus afirmaciones.

Las preguntas se hilvanan con la premura, se aglutinan, pero la rapidez de las respuestas evidencia a una artista con plena convicción en lo que hace:

¿Aún se sigue concibiendo este segundo trabajo solista tuyo, el disco Pasajes de un sueño como reminiscencia de lo que fue la voz femenina del grupo Mecano? ¿Has logrado ya desligarte de ello?

“Yo creo que sí, ya la gente me tiene situada como Ana Torroja, no Ana de Mecano. Pero la esencia de Mecano sigue allí, como escuela. Han sdio muchos años y no sólo la gente que ha seguido la trayectoria de Mecano, sino la gente nueva que entra al conocimiento de Torroja y sus canciones. Creo que siempre aparece allí; yo siempre he estado orgullosa de esa etapa, ya que por Mecano he aprendido mucho de lo que sé. La verdad es que me gusta que la gente sepa que Ana Torroja piensa algo diferente, pero no que reniega del pasado musical. De hecho, en mis conciertos lo canto, lo reinvento…”.

Por medio de imágenes, ¿cómo podrías definir los nuevos ‘colores’ musicales de las canciones de Torroja, estos Pasajes de un sueño?

Qué difícil. (ríe). En atmósferas, para mí es un disco de colores y olores, incluso, diferentes. El anterior disco era como más a mi forma, en cuanto a temas, ritmos y producción. En Pasajes…es como un viaje, un tránsito por diferentes sentimientos, ritmos y sonidos. La producción es muy variada. Hay temas que de repente pueden sonar un poco a Duke Ellington, y hay otros que son más radicales en su producción, más actuales en su arreglo.

Es…un viaje por un día de mi vida, por el cual pasan un sinfín de cosas.

Durante las presentaciones del espectáculo Girados, al lado de Muguel Bosé, ¿el público te ‘reclama’ las canciones clásicas de Mecano o se ‘abre’ a las nuevas propuestas?

Igual y les doy de las dos: de las de Mecano y de las nuevas, tanto de este álbum como del disco anterior. Las canciones de Mecano pertenecen a la banda sonora de un montón de gente; son canciones muy emblemáticas, que son himnos muchas de ellas. La respuesta de la gente es mucha más enérgica que cuando canto mis canciones nuevas. Sin embargo, hay canciones como Ya no te quiero y Dulce pesadilla, que las hacemos en directo, en vivo, y que la gente las conoce porque han sido singles y han funcionado muy bien.

Hay otras que no, pero la gente se va involucrando con su tonada en los espectáculos que hemos dado y las acepta, cuando las actuamos Miguel y yo. Es una manera de presentar canciones menos conocidas.

Ahora que has trabajdo con creadores, arreglistas y productores de diversas latitudes, ¿no extrañas esa misma labor con los hermanos Cano?

Yo me aburro mucho de hacer siempre lo mismo, por eso en cada disco trabajo con distintos productores en los discos; no me gusta repetirme. No sé si es bueno o malo, pero me gusta experimentar, porque no estoy dos veces en el mismo lugar, en un solo día. Es lo que pasa con mis discos también: me provocan a hacer cosas diferentes. Con Nacho y con José (Mecano) y con su manera de producir estuve por aproximadamente 17 años. Me divierto, pero en ese sentido no les echo precisamente de menos. Como paisanos, como amigos, es que no los veo mucho porque cada uno tiene su mundo y su trabajo y son complicados. Pero más allá de las producciones, cada vez que se juntan se han hecho cosas geniales.

¿Cómo definirías Girados, este concepto de Miguel Bosé y tú en concierto?

Es un poco lo que dice el nombre, como suelen decir los franceses; que de un lado o de otro siempre estas sobre la misma cara. Es un conjunto…dos personas que se admiran y que se quieren, que tienen música compatible y…’ya, ya’, me dice Miguel que se encuentra al lado mío. Dice que mejor él te lo explica… (risas)

Lamentablemente, cuando se hizo el switch de entrevistado y de reportera (Blanca Arroyo) Miguel Bosé retomó la charla hacia otras latitudes.

Girados ¿Gira de dos? ¿Gira 2?

Es bien seguro que el sábado, en el Teatro Griego de las colinas de Hollywood, se explicará con creces –y con poemas vueltos canciones– lo que son Ana Torroja y Miguel Bosé, Girados.

Saturday, February 16, 2008

Como flan



Ricardo Camarena

(La Opinión, 29 de octubre de 1999)

Enviado Especial

México, D.F.

Es una tarde gris de octubre en el Restaurante La Luna Descalza, ubicado frente a la Plaza de San Jacinto, al sur de la Ciudad de México.

Las tres artistas son inconfundibles e inquietas, como El mosquito bilingüe, canción suya que hace década y media imponían en radio y televisión.

Es Flans en entrevista.

Mimí toma el comunicado de prensa y expresa seria, pero en broma, valga la paradoja.

Mimí: Voy a ver qué mentiras te pusieron aquí…. ¡Mira, qué bonito!

Ivonne: ¿Ya escuchaste el disco?

P: No…

Ilse: ¿No? O.K. Fue un gusto y hasta luego…

Carcajadas de las tres. Retoman por instantes la seriedad.

P: ¿Por qué dejar, en medio del éxito, a toda una generación “colgada de la brocha”, tras haberle impuesto una moda de vestir, de bailar y de cantar?

Ilse: Ya pedimos disculpas sobre ese asunto.

Mimí: Fue una necesidad. Yo creo que desde un principio, como un grupo, tratamos de ser más que las artistas convencionales del “rollo” artístico muy serio; empezamos a cantar por gusto, como juego. Esto, sin dejar a un lado el trabajo, que fue muy pesado. Pero nos gustaba divertirnos y ésa era una parte de la esencia de Flans. Y decidimos que en el momento en que ya no estuviéramos con todo ese gusto con el que empezamos, que era el momento de decir adiós. Estábamos muy jóvenes; después de cinco años muy intensos de trabajo sentimos que ya no podíamos avanzar más como grupo en ese momento. Entonces lo más honesto para nosotras…

Ilse: Seremos de lo peor; ridículas, cursis, tarará. Pero jamás deshonestas.

Mimí: Llegó un momento para las tres en que ya no estábamos conectadas en el mismo canal de expectativas artísticas o profesionales, y decidimos que lo mejor era separarnos. No nos planteamos la necesidad de volver; no nos planteamos nada; simplemente ganamos un importante margen de tiempo y espacio. Queremos creer entonces que crecimos e hicimos cosas independientes en este espacio de la separación, puesto que había cosas que por esta carrera habíamos dejado de hacer. Pedimos una disculpa a toda la gente que “no le latió” que nos fuéramos…

Ivonne: No, no se las den; no la disculpen…sólo a ella.

Mimí: Y les pido disculpas por estar juntas de nuevo.

P: ¿Por cuánto tiempo?

Ilse: No sabemos. Eso es lo rico; es como no casarse. No es un matrimonio, sino una relación de unión libre. Aquí la cosa es hasta que funcione, y cuando no funcione, pues nos fregamos y…

P: ¿Y ahora?

Ivonne: Para mí, ahora, ser pareja del músico Fernando Toussaint es aprender mucho. Gracias a Dios es… (la mesera se acerca para preguntar por la orden)… ¡Permítame, por favor, que estoy hablando! (protesta Ivonne con falso enfado, ante las risas de todos). Estoy casada con un artista (director musical de Hadas, el nuevo disco de Flans), y estoy feliz por ello…

Mimí: Habrá que preguntarle a Fernando si él en verdad está feliz de estar casada contigo, amiga… (risas). También tiene que ver Mildred Villafañe, quien es la productora ejecutiva del disco. Ella siempre ha tenido muy claro, muy preciso, el saber qué tipo de canciones gustan a la gente; tiene una visión muy particular del concepto Flans. Sacamos esa parte bonita de ella, la súper artística, y estamos muy agradecidas de ello.

Ilse (al redactor): Qué lástima que no hayas podido escuchar antes el disco. Eso es, porque tal vez no eres tan profesional como pareces… (risas de todos). Obviamente estoy en los cinco minutos de mi profesión preferida, que es humillar a la gente, lo cual disfruto mucho. ¡No es cierto! Mejor te hablo de los temas: ¡Ay! es una canción de Liliana Felipe, muy rica; quedó como de costa –por no decir “cachonda”– la letra es muy bonita, y fue magníficamente interpretada por nosotras, humildemente hablando… (risas)

P: Entonces, se activa la pausa que se había marcado con las propuestas del álbum Adiós

Mimí: Pues eso fue precisamente lo que pasó en Adiós. El álbum…

Ilse: ¡Míralo! Entonces este hombre sí sabía de lo que estaba hablando… (risas)

Mimí: …yo creo que poca gente ha captado lo que nos estás diciendo. Adiós es un disco que trae canciones muy bonitas, y precisamente fue adonde se dio el rompimiento de Flans. Allí se nota que cada cual traía diferentes tendencias musicales. Más que tendencias, las inquietudes que cada una reflejaba en su loquera. Eso es lo que quisimos plantear en nuestra despedida. A mí me gusta mucho el disco; finalmente, a la mejor no es la esencia total de Flans, pero yo creo que todos los discos han sido importantes en su momento. Por eso este disco nuevo es tan especial para nosotras; es acumular ese “rollo” que vivimos durante nueve años de separación; tratar de sacar lo mejor de nosotras… Porque… ¡caramba! Quiero creer que algo bueno tiene cada una de nosotras: el juanete de Ivonne es lo más lindo que tiene; el color de pelo de Ilse (rubio) y mis sacrosantas piernas.

P: ¿La magia de Hadas dónde será repartida?

Ilse: Desde el viernes 9 de octubre salió a la luz. Parte de este disco la grabamos en Los Angeles; por cierto, estuvimos por allá en un lugar muy bonito, el House of Blues. Mucho que ver, ver y oír… y comimos allí como degeneradas.

P: ¿Qué han estado haciendo durante todo este tiempo?

Ivonne: Pues yo, tomar café, café y café…

Mimí: En estos nueve años, mensa…

Ivonne: ¡Ah! He estado aprendiendo muchas cosas… me gusta aprender algo cada día…

Ilse: Por eso está con nosotras; somos su fuente de nutrición.

Ivonne: Pues saliendito de aquí, me voy a aprender algo hoy. Me gusta viajar y estuve viviendo en España tres años. Me gusta el arte; he estado pintando bastante y exponiendo mis obras. Hasta que encontré a estas dos chicas y mi vida se derrumbó nuevamente.

Mimí (cantando): Todo se derrumbóoo…

Ilse: Mira, a Ivonne ya hasta le está saliendo cabello nuevamente; se estaba quedando pelona…

P: Te conocimos como conductora televisiva y solista.

Ilse: Pues sí; estuve como conductora, haciéndole al cuento. Me educaron a palos, allí. Además, tengo dos hijos, hice dos discos y…

Mimí: ¿Dos? ¿Cuál fue el otro?

Ilse: ¡Orale! ¿eh? Bueno, y me faltó hacer radio, porque me hubiera encantado; pero como soy tan limitada de lenguaje, pues me dio miedito.

Mimí: O sea que eres medio tarada.

Ilse: Poquito. Y también me gustaría hacer teatro; es lo que me ilusiona ahora. Me gustaría…

Mimí: ¿…Hundir tu carrera en El diluvio que viene?

Ilse: Hacer comedia musical, pues. Y, como Ivonne, tratar de aprender, de… más que nada de sentir cosas nuevas, de buscarme yo y de buscar afuera.

Mimí: Bien. Yo hice una telenovela (Tú o nadie); y dos discos también, como solista. Esto lo he platicado con Ilse muchas veces; que fue una experiencia muy buena, muy loca, muy rara. Les decía: “Oigan, las extrañé mucho sola en el escenario”. Pero creo que aprendí mucho como artista. Nos ayudó a crecer mucho como artistas. Después conduje durante un año un programa de televisión. Yo sí hice teatro; de hecho hago “mis teatritos” todos los días…

Ivonne: Pregúntenle a su marido…

Mimí: Hice el [Don Juan] Tenorio cómico con Paco Stanley, precisamente. Y, como dicen ellas, el hecho de estar sola y aprender nuevas cosas me mantuvo vigente.

Ilse: Sí, ya se oxidaba…

Mimí: Todos estos años sirvieron para que nos diéramos cuenta de que Flans era algo diferente, independientemente de nosotras tres; ¿que más agradecidas podríamos estar con la gente?

Ilse: ¿…Pues cómo no, si estábamos como el lirio acuático de Xochimilco, como el moho, por todos lados y hasta en la sopa?

P: ¿Qué hay en Flans para la reflexión?

Ivonne: Respecto del año 2000, yo pienso que es más una cuestión comercial, aunque también de fe. Siento que sería –que es– una buena oportunidad para procurarnos unos a otros, como latinos, como mexicanos, con más respeto.

Ilse: Y ya que acabó la precandidata Ivonne, para mí… mi pensamiento es que, ahora que está de moda la decadencia, el hecho de que como Flans estemos empezando una nueva era es un buen motivo regresar a nuestros principios; creo que el péndulo de las cosas horribles ya tocó todo; ya peor que lo que nos ha pasado no hay. Y creo que el regreso viene en buena onda. Porque, por ejemplo, al principio de los 90 y al final de lo que era Flans – cuando ya nadie nos cuidaba, ni nada– una vez nos dejaron adentro de un palenque; se fue la luz y nadie nos fue a sacar de allí. Le decía yo a Mimí: “Peor que esto, ya no hay”. Y me respondía con su vocezota: “Siempre, siempre habrá por allí algo peor”.

Mimí: Para mí el fin de milenio es dejar lo material y sumirse en lo espiritual, en la esencia de las cosas…digo.

Ivonne: Yo lo tomaría como una fiesta, porque no creo que sea positivo ponerle pretextos al nuevo año; como cuando se promete dejar de fumar, de beber o pagar todas las deudas. Es lo mismo. Estoy ilusionada con esa fiesta, porque la vida es cíclica, y al igual que ellas, creo que debemos volver a nuestros orígenes espirituales, con el dios que sea y como se llame. Tratar de no hacerle daño a nadie.

P: La última y nos vamos, como José Alfredo Jiménez…¿Qué representa para Flans el casi epitafio de la palabra “nostalgia”?

Ivonne: Yo creo que es algo bueno, al pensar en ella pensamos en algo bueno, por supuesto, y eso nos da fuerza para hacer mejores cosas para el futuro. Un “agarrarse de allí” para lo que sigue; olvidarse de lo malo, “cerrar el libro” y esmerarse en lo bueno. Por cierto, hablando de lo malo, mando un saludo a los políticos.

P: ¿Creen que podrían imponer una nueva forma de vestir entre el público joven?

Ivonne: De ninguna manera. Yo digo que se desvistan y hagan lo que se les pegue su gana. Gracias.

Mimí: No, no queremos, como tampoco en el pasado, imponer una moda; además, las modas transitan rapidísimo y no, de plano; no es nuestro afán.

Ilse: No; queremos decirles “atrévanse a vestir como quieran. Diviértanse”.

Mimí: Sí, por ejemplo, que yo me pueda poner mi falda rosa mexicano y…

Ilse: …y, por cierto, se ve que Mimí no tiene compasión de la gente que tiene alrededor con ese colorcito de ropa, pues le vale…

Ivonne: Libertad, libertad. Un último consejo: divertirse, como sea.

Mimí: Para eso estamos nosotras. He dicho.

Ilse: Pues yo quería comentar ahora por principio que…

Mimí e Ivonne (entre risas): ¡Ya, ya, sáquese! ¡Adiós!

Flans tendrá el reencuentro con su público capitalino el próximo 30 de octubre en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.

Hasta entonces.

Wednesday, January 30, 2008

Ray Conniff, pasado y presente


Ricardo Camarena

(La Opinión, 1 de abril de 1998)

Delante del espectacular ventanal de un undécimo piso en Santa Monica, y coronado por la colina en la que se yergue el Centro Cultural Getty, un sonriente Ray Conniff comparte para el entrevistador y los lectores la génesis particular de otro gran acervo: el musical.

Es decir, el de los mundialmente conocidos arreglos con el “tratamiento Conniff” a infinidad de melodías exitosas, que han hecho mecerse suavemente con su canción, por décadas, a millones de parejas en el baile.

Este ‘tratamiento’, en su opinión, consiste esencialmente “en la sustitución de la brass section de las grandes orquestas, por una cantidad igual de coristas”.

“Al empezar a trabajar la versión de un tema, me siento al piano y empiezo a ‘jugar’ con la melodía, para que así surjan las ideas musicales”, comenta con la expresión de quien acaba de recordar una tonada familiar.

Para este trombonista de 82 años, originario de Attleboro, un pequeño poblado de Massachussets, los inicios de su carrera musical se remontan al gusto por las canciones que le inculcaron sus padres; su madre, como pianista. En la escuela secundaria aprendió a tocar música llamada ‘de sociedad’, y cuenta que de allí pasó a Boston para estudiar formalmente este arte.

Por recomendaciones de amigos, de que para aprender mejor se transladara a New York, se mudó a esta ciudad y allí, desde 1938, adquirió una enorme experiencia musical, durante la época de las grandes bandas, al participar en orquestas como la de Bing Crosby, así como en dos bandas de Artie Shaw, y la de Harry James.

“En 1956 tuve la oportunidad de trabajar como arreglista para la compañía Columbia Records, y entonces en ese momento pensé que quería usar el sonido de las grandes bandas, con seis saxofones y seis trombones. La manera original de lograrlo era combinando ‘metales’ y voces”, dice antes de tararear frases musicales de Begin the beguine y Stardust con suaves ademanes.

Estas dos fueron las primeras melodías en recibir el exitoso ‘tratamiento Conniff’; “los DJ’s consideraron que ese sonido era sencional, y programaban los temas todo el día”.

Las canciones referidas salieron al mercado en discos EP de 45 r.p.m.; “aunque infructuosamente a nivel de ventas”, explica Conniff, refiriendo como si hubiera sido ayer su ardua labor para que su música se colocara en un nivel comercial.

“Un ejecutivo de ventas dijo: ‘Ray Conniff no es un artista de discos sencillos, sino de un álbum de 12 temas. Así que escogí 10 canciones más que en ese tiempo eran éxitos’, y armé el álbum It’s wonderful, que se convirtió en un éxito radial y cuyo tema era usado como música de fondo de programas televisivos”.

Aunque tampoco el álbum se vendió inicialmente; “quizá unas dos mil copias en seis meses. Sin embargo, la revista Billboard designó It’s wonderful como el álbum más tocado por los programadores radiales”, dice Conniff.

Pero llegó, meses después de altibajos en popularidad, “el momento curioso en que pareciera que a toda la gente se le dijo: ‘Bueno, llegó la hora de comprar el álbum de Conniff’. Y de allí se dio a conocer a todo el mundo mi sonido y mis arreglos. De allí siguieron los álbumes It’s wonderful, It’s marvelous, Soulful nights, It’s Paradise.

Así, imitando con entusiasmo los sonidos de los arreglos de su famoso grupo coral, Conniff explica la eficacia de la imitación de las voces, del sonido de la brass section: “Ta,ra,ra rá, ta-rá-ra,rararaaa,rá...”.

En seguida, la nostalgia y la melodía de Bésame mucho de la compositora mexicana Consuelo Velázquez –por cierto recreada en sus múltiples versiones, incluida la de Conniff, en la cinta Great Expectations– inundan la sala de conferencias de la disquera Polygram, que recientemente firmó al famoso arreglista.

“En el caso de esta canción, tuve la idea de que empezara sólo con la guitarra rítmica -punch, shee-shee, punch- y de allí arrancaron los coros que ahora todo mundo conoce”, exclama Conniff sin dejar de bisbisear el ritmo.

Esto, en el pasado memorable.

Ahora, la más reciente producción discográfica de Conniff, la número 100 de su prolífica carrera, es I Love Movies, que recopila temas exitosos de cintas de todos los géneros y de todos los tiempos, desde la animación hasta la ciencia ficción: Somewhere my Love, tema de la cinta Doctor Zhivago; Don’t cry for me, Argentina, del filme Evita; Colors of the Wind, de Pocahontas, además de Charriots of fire, Unchained Melody (del filme Ghost), La Bamba y Star Wars, entre otras.

“Estando de gira en Brasil, en 1996, Marcos Maynard, que se había cambiado de compañía disquera y ahora es presidente de Polygram Latino, pasó a saludarme al final del concierto y me invitó a grabar un álbum de temas de películas bajo su sello, diciéndome: ‘Cuando tú haces canciones, es como si se convirtieran en ‘tus’ canciones, porque lo haces de una manera nueva. Esos temas del cine hazlos tuyos, a tu estilo’”.

Conniff cuenta que recibió entonces de Maynard una cinta con 30 temas de películas, para seleccionar una docena y trabajarlas. “Las oí una, y otra, y otra vez, hasta que puse todo mi empeño en hacer nuevos arreglos a las 12 piezas seleccionadas”.

“Aunque en verdad, me inclino por mi sonido clásico; de allí que la pieza de este álbum que más se aproxima a él es Dream a Little Dream of Me, del filme French Kiss”, confiesa.

Acerca del bonus track de este álbum, que es la versión de Conniff a la melodía My Heart Will Go On, que interpreta Celine Dion en la galardonada cinta Titanic, el arreglista explica que “la pieza original se interpreta casi al final del filme, por lo que, para mi propia versión, la canción me llevó a buscar imágenes que no están contenidas en las de la película, sino en la propia melodía”.

Tarareando siempre, Conniff sonríe y aclara que “no me gusta predecir actividades sobre giras o nuevos discos. Prefiero asegurar que estas vacaciones me iré con mi esposa Vera en mi trailer home a recorrer el país. Y, por supuesto, visitar de paso mi población natal”, agrega con énfasis y una gran sonrisa, mientras el pesado tráfico de la carretera 405 serpentea a su espalda, rumbo al norte californiano.