Monday, January 21, 2008

Ricardo Arjona, a su manera


Ricardo Camarena

(La Opinión, 3 de mayo de 1999)

Ricardo Arjona es conocido en el ámbito de la composición musical como un ‘ladrón de historias’ que han sido popularizadas internacionalmente en sus canciones.

Nació en Antigua, Guatemala el 19 de enero de 1964; vive en México y deambuló un tiempo como trovador callejero en Buenos Aires. Ahora sus discos se venden por cientos de miles, y cuenta con páginas no oficiales en la Internet.

Su discografía comprende los discos Animal nocturno (1993); Historias, 20 éxitos, oro romántico (1995), Si el Norte fuera el Sur (1996), Sin daños a terceros (1998) y ahora el disco compilatorio Éxitos a mi manera (1999).

Sus canciones, intimistas y a ratos polémicas, lo han hecho descartar de ellas el presunto sentido “político” y declarar en algún momento que "la política gira en torno a la mentira. Y ello, a pesar que soy un embustero...".

Casado con la puertorriqueña Leslie Torres, hermana del cantante Michelangelo, Arjona es padre de dos niños, Ricardo y Adriana.

En entrevista telefónica desde la Ciudad de México, el cantautor guatemalteco de 35 años habla sobre su estilo de composición, sus preocupaciones sobre la creatividad musical, y sobre la presentación de hoy por la noche en el Anfiteatro Universal.

P: Como “ladrón de historias” has formado una galería de personajes, pero ¿no se han robado los medios, con tantas entrevistas, preguntas y respuestas, la historia personal de Ricardo Arjona?

R: “Yo creo que parte de la vitalidad de una persona es guardar algo especial de esa historia personal. Soy un ferviente admirador de los secretos. Creo que mantenerlos es una válvula de vida, es una reserva a la que hay que tener siempre cómo recurrir para no caer al hastío. Soy una persona con una facilidad grande para deshacerme y para aburrirme muy pronto de las cosas. He de recurrir a eso porque el chiste está en guardarse ciertas cosas.

Desde que empezó mi carrera he hablado muchísimo de mí, y sé que es necesario para cuando los periodistas te abordan, porque desean compartir con el público parte de lo que eres. Eso lo tengo bastante claro; estoy consciente de ello. La idea es contar las cosas que he vivido, algunas en entrevistas y algunas en las canciones, pero de alguna u otra forma, saber guardarme algunas de ellas para seguir sintiendome vivo.

P: Dentro de esas historias contadas en tus canciones hay una presencia innegable de la vida de Arjona en México, como etapa formativa, aunque los temas son universales. ¿Proseguirías en esa línea?

R: Depende muchas veces de cuando uno empieza a salirse del entorno. Regularmente se empieza haciendo el trabajo que no le gusta a uno; es la historia de los discos y las canciones la que se entremezcla con el oficio de contarlas. A estas alturas de la vida, en donde toda persona debe tener por consecuencia problemas con el tráfico, o para comprar un libro, o para hallar una canción que lo conforte, es que tomaré esos elementos vitales. Soy bastante respetuoso de la vida de la gente, y mucho más respetuoso todavía de su sentir. Yo no podría compartir una canción que no fuera vivencial.

P: ¿Dentro del remolino de actividades artísticas hay un tiempo en Arjona para apercibirse de la música de otros cantores, de otros géneros, de hacerles un determinado seguimiento?

R: Claro que sí. Yo soy un consumidor declarado de música, desde los corridos norteños hasta el jazz, siempre que sean, para mí, buenos. Yo creo que ese gusto se convierte en una valiosa almalgama de recursos; se meten todos en una licuadora y pueden surgen así diversas canciones.

P: ¿Hay un tema no abordado en tus canciones aún?

R: Espero que haya muchos. Si no, puede pasar que todo acabe en aburrimiento. Sé perfectamente que mucho del trabajo ha servido para hablar y cantar de casi todo, aunque siempre hay temas por tratar, afortunadamente.

P: ¿Alguna circunstancia o conflicto histórico actuales te inspiran a componer?

R: Estoy pendiente de todo; no soy un tipo que tenga un objetivo claro, si es lo que quieres decir. Más bien me dejo llevar; a veces hay canciones que hablan de lo social; hay otras que hablan del amor; otras como ‘Jesús, verbo, no sustantivo’, otras son de ‘ella y él’; hay un poco de todo. Conforme van llegando van siendo escritas. Y es lo mismo que hable sobre algún conflicto social, que sobre lo cotidiano.

P: ¿Consideras que han perdido vigencia algunas de esas canciones por la circunstancia histórica que refirieron o las sigues considerando propicias para tu repertorio actual?

R: Mira: yo sigo cantando todas esas canciones. Normalmente, de las del disco ‘Animal nocturno’ para acá. Siempre hay algunas que van quedando en el camino, sean buenas o malas. Yo tengo bastante claro el concepto de que hay que prescindir de algunas de ellas. Antes me inquietaba; ahora me alegra porque sé perfectamente que las hice por algún motivo. Aunque me da un poco de miedo la improvisación, la caducidad de las cosas.

P: Manejas una diversidad de ritmos, pero ¿cuál es el predilecto para componer?

R: Los ritmos –como productor de los discos– creo que son como el vestuario para la gente; por lo que no podría colocarme un traje de etiqueta para ir a ver un partido de beisbol, así como tampoco podría ponerme un pantalón corto para asistir a alguna reunión de gala por la noche. En la composición sucede igual: el ritmo es a la canción como el vestuario. Se acomoda justamente de acuerdo a lo que está sucediendo. Es una labor complicada, porque interactúan el ánimo, la condición física al momento de componer, y otras cosas.

P: Después de más de un millón de discos vendidos ¿te queda aún ese espacio para experimentar, como si se tratara de la primera grabación?

R: Yo pienso que hoy más que nunca. Lo necesito para no volverme loco a fuerza de la repetición. Es precisamente ahora cuando tengo más libertad para experimentar.

P: Acerca de tu presentación en California este viernes ¿tienes alguna expectativa?

R: Yo me la pasé muy bien la vez pasada en que dimos el concierto (en el Anfiteatro Universal). Ahora llevamos un espectáculo distinto, que conjuga teatro, música y canciones nuevas. Es un espectáculo que ha resultado exitoso desde que lo iniciamos en agosto del año pasado. Arrancamos prácticamente desde la punta del continente; es decir, desde Argentina, pasando por Colombia, Venezuela, Paraguay, Uruguay, Chile, Centroamérica, México, y ahora Estados Unidos. Creemos que a la gente le ha gustado también esta gira que finaliza en junio; creo que será en España. Espero que en Los Angeles sea del mismo modo.

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